Los paladines de la Reforma(Parte #4)

john-calvin-264x300Juan Calvino

Calvino:

Pensaba que los clérigos engañaban y no tenían cuidado, y creía que él mismo necesitaba ser redimido. De allí en adelante se comprometió a profundizar en temas de los cuales dependía la salvación de su alma. “Porque -decía- el oráculo nunca puede engañar cuando declara (Juan 17:3): ‘Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado’”.

Por: Pablo Clase hijo

Si Lutero inició y promovió la causa protestante en Alemania, Calvino lo hizo en Suiza. Aquí tomó las verdades que Lutero había descubierto y, a partir de ellas, arrojó nuevas luces de la Palabra.

Al igual que los demás reformadores, Calvino estaba decepcionado del liderazgo de la Iglesia católica romana.

Pensaba que los clérigos engañaban y no tenían cuidado, y creía que él mismo necesitaba ser redimido. De allí en adelante se comprometió a profundizar en temas de los cuales dependía la salvación de su alma. “Porque -decía- el oráculo nunca puede engañar cuando declara (Juan 17:3): ‘Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado’”.

Ruptura con la Iglesia 
Teólogo reformador, nacido en Noyon, Francia, en 1509, Juan Calvino fue educado, como Erasmo e Ignacio de Loyola, en la estricta escuela del Colegio de Montaigu.

Su padre lo destinó primero al sacerdocio, pero después consideró que la carrera de las leyes era más fructífera que la eclesiástica, por lo que Calvino se hizo abogado en la Universidad de Orleans. Más tarde estudió latín, griego y hebreo en París.

A los 24 años, Calvino experimentó un despertar espiritual y rompió todos sus lazos con la Iglesia católica. Tuvo que salir de Francia y huir a Basilea, por abandonar el catolicismo y pasarse al campo del protestantismo.

En 1535, publicó su “Institución de la religión cristiana”, obra monumental del pensamiento reformado. Este libro establece el primer compendio de la doctrina evangélica, el manual y la guía, la obra canónica de los protestantes. El volumen pronto alcanzó gran difusión.

Vacilante ante el reto 
A mediados de 1536 Calvino llegó a Ginebra, Suiza, y fue invitado, por Guillermo Farel, a establecerse en la ciudad. Una única reclamación le planteó el ginebrino en ese momento: que Calvino, como el más digno de ello, tomara la dirección espiritual de Ginebra y que con su fuerza superior edificara la obra reformadora.

EL GOBIERNO DE GINEBRA 
Calvino adoptó los principios reformistas y organizó en Ginebra al gobierno local sobre la base de que toda vida religiosa y social debe estar bajo el señorío de Cristo.

Tuvo un papel decisivo en el establecimiento de la Iglesia reformada en Suiza. La vida social y religiosa de la ciudad de Ginebra fue reorganizada con base en principios bíblicos de gobierno.
El calvinismo destacaba la trascendencia de Dios, la depravación de la naturaleza humana y la predestinación, y argu¨ía que la única fuente de autoridad son las Escrituras y el Espíritu Santo.
Aunque dotado de gran capacidad de trabajo, el largo y continuado esfuerzo a que sometió su organismo acabó por minarlo.
Aplicó a su vida el sentir de San Pablo: “Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia”.